Este triunfo fue decisivo para la victoria de la Unión Soviética contra las fuerzas del Eje.
Esta misma tierra de la colina, literalmente empapada en sangre mezclada con metralla (entre 500 y 1.250 esquirlas de metal por metro cuadrado), abierta por los impactos, permaneció negra durante varios años, sin vegetación, volviéndose casi llana. Hoy en día los turistas siguen encontrando trozos de hueso y metralla en sus pocas laderas.
La construcción del Monumento, diseñado por Yevgueni Vuchetich, comenzó en 1959 y se terminó en 1967. Dos restauraciones importantes se efectuaron en 1972 y 1986.
De una altura de 85 metros, está compuesta de 5.500 toneladas de hormigón y 2.400 toneladas de metal. La espada mide 33 metros de largo y pesa 14 toneladas, mientras que la parte suspendida del echarpe pesa 250 toneladas.
El nombre completo de la obra es: "¡La Madre Patria llama!" (Rodina Mat' Soviot!)
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