martes, 31 de mayo de 2011

El desayuno de los remeros: composición a todo ritmo

"El desayuno de los remeros" es una pintura impresionista realizada en 1881 por Pierre Auguste Renoir.

Este maestro del impresionismo fue bien llamado el "pintor de la alegría", por cuanto sus temas reflejaban cuadros de costumbres con temas sencillos de la época y del lugar, mediante colores luminosos, delicados y radiantes, y pinceladas ligeras y libres.

Al borde del río, en una terraza verdaderamente atrayente, desayunan los remeros y las chicas. Ellos visten su uniforme de camiseta blanca, pantalón negro y sombrerito, y ellas lucen su elegancia con un vestuario muy cuidado.

La pintura en cuestión es rica en elementos que la hacen completa, las múltiples naturalezas muertas en las copas, los platos y las mesas, las numerosas texturas de los vestidos, los temas florales que abundan en la obra, la expresión de coquetería de los personajes alegres y desenfadados completan una escena en la que el pintor deja bien clara la importancia de las pequeñas cosas y de los momentos aparentemente frívolos en nuestra vida.

Un detalle a considerar: ni el pintor escapa a esta coquetería: la señorita que sostiene el perro es Aline, quien pronto se convertiría en su esposa.

Este cuadro sintetiza la alegría de vivir, en una alegre mañana soleada. Pero toda la aparente frivolidad está muy estudiada. Fuertes composiciones con ritmos bien marcados la cruzan. Líneas que, al ser trazadas con la vista todo lo tocan de un modo "casualmente" estudiado, un brazo, una cabeza, un borde, una mancha. Los mismos ritmos que le confieren esa paz mediante las verticales, el dinamismo en las líneas oblicuas, la intimidad en el encierro ovalado, la unión de todos los detalles en las líneas en abanico hacia un punto en común.

Un maestro no pinta al azar. Un maestro arma arquitecturas de formas y de colores.

Para ver las imágenes en detalle, ampliar pinchando sobre ellas.










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