Los cuerpos, femeninos o masculinos, son hermosos cuando tienen algo que decir.
En el arte, los cuerpos deben decir que son plásticos, que expresen emociones, que muestren sensualidad…
… o que sean hieráticos…
… o hablen de esfuerzo, trabajo rudo…
… de melancolía o intimidad…
… que se contorsionen como serpientes…
El cuerpo femenino o el masculino que para mí sea hermoso, es el que me mueve a ir corriendo al taller a representarlo en el material que se me antoje.
La belleza, para mí —vuelvo a repetir— va muy estrechamente ligada de la mano de la emoción.
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