De la cultura Condorhuasi, que se desarrolló entre los años 400 a.c. hasta el 700 d. c. especialmente en la bellísima zona del valle de Hualfin, Provincia de Catamarca, Argentina, poseemos prueba de que existía la depilación personal como coquetería.
Hechas de aleación de cobre, nótese en las fotos, tres modelos diferentes de pinzas, encontradas junto a enseres de uso femenino, como pulseras, herramientas y agujas de coser.
Lo mostraré más de cerca:
Si ejercemos suave presión sobre el extremo desde el que se agarra, ambas patitas se juntan con precisión.
Descendiente directa de los incas, esta cultura se caracterizó por ser pacífica, agropecuaria, especialmente en lo que se refiere a pastoreo de llamas.
Nos han dejado, como legado, una cerámica tan bella como fina y elegante.
Condorhuasi, en quechua, significa "casa del cóndor" (huasi: casa)
De lo que podemos decir que, además de servir para agarrar pequeñas astillas, serían usadas por nuestras aborígenes diaguitas más coquetas.
Ollita "zapallo", típica de la cultura Condorhuasi.
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