Existe una estatua de Medusa de 2,15 metros de altura, que sostiene la cabeza cortada de Perseo. La obra fue realizada por Luciano Garbati, escultor argentino, en 2007. Ha sido instalada en Manhattan, frente al Tribunal Penal de Justicia del condado de Nueva York, sede en donde se juzgaron destacados casos de abuso sexual.
Medusa fue perseguida y violada por Poseidón y luego culpada por ello, maldecida luego por Atenea para vivir con cabellos de serpiente y con el poder de convertir a la gente en estatuas de piedra cuando se atrevían a mirarla.Ya desterrada, Perseo la mató y decapitó, convirtiéndose en un "héroe".
Esta estatua "invierte la narrativa" como una forma de hacer justicia al personaje y a las innumerables medusas de la vida real, que sufren el mismo destino por la falta de justicia en el mundo.
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